SED
A Rubén Astudillo y Astudillo,
a quien le gustaba este poema
No me pases la sal, samaritana.
En el pozo aún hay agua
sin fermentar.
He llegado sudando desde el monte
y quisiera ver en ti la luz del mar.
La sal, samaritana,
es el lamento del mar
sin naufragar.
El pozo tiene espuma
y es de dulce.
Samaritana,
quiero en tus ojos
ver el mar.
PUBLICADO POR: JANETH CERCADO